
Metal Gear Solid Delta: nostalgia intacta con un lavado de cara espectacular
Metal Gear Solid 3: Snake Eater es considerado uno de los mejores videojuegos de todos los tiempos. Su mezcla de sigilo, narrativa cinematográfica y personajes inolvidables lo convirtieron en una obra maestra. Ahora, con el lanzamiento de Metal Gear Solid Delta, Konami trae de vuelta la magia de Hideo Kojima con un remake que respeta la esencia del original, pero lo eleva a los estándares actuales.
Lo primero que sorprende es el salto gráfico: modelados, texturas, iluminación y animaciones han sido rehechos desde cero, logrando que la jungla cobre vida con un nivel de detalle que quita el aliento. A pesar de estas mejoras, la narrativa, los personajes y las escenas icónicas permanecen intactas, respetando la visión original de Kojima.
Jugabilidad mejorada: un sistema de control para todos
Una de las grandes novedades de Metal Gear Solid Delta está en su nuevo sistema de control. El jugador puede elegir entre el estilo clásico —para quienes quieran revivir la experiencia original de 2004— o un control moderno, mucho más fluido, rápido y natural.
Este cambio hace que enfrentamientos clave, como las batallas contra jefes, resulten más cómodos y dinámicos. Para los nuevos jugadores, la recomendación es clara: probar directamente con los controles actuales.
Un remake fiel que mantiene sus secretos
Konami ha sido extremadamente respetuosa con el material original. Todos los easter eggs, trucos y atajos siguen presentes, desde el mítico enfrentamiento con The End hasta las referencias de The Sorrow. Esto refuerza la sensación de estar reviviendo el juego tal y como lo recordábamos, solo que en 2025.
El único “pero” es que, para quienes jugaron recientemente a la versión HD Collection, el remake no ofrece novedades narrativas o grandes añadidos más allá del apartado gráfico y el control.
Apartado técnico: gráficos y rendimiento
En PS5, el juego ofrece dos modos:
- Rendimiento: 60 fps estables con resolución dinámica.
- Gráficos: mayor resolución, pero limitado a 30 fps.
La recomendación es clara: jugar en modo rendimiento. El título brilla con fluidez y no sacrifica demasiado detalle visual. Aunque el Unreal Engine provoca algo de stuttering en ciertas escenas, la experiencia general es excelente.
El sonido 3D también merece mención especial, ya que aporta una inmersión brutal en la selva y en los enfrentamientos sigilosos.
¿Merece la pena Metal Gear Solid Delta?
La respuesta es un rotundo sí. Metal Gear Solid Delta no busca reinventar la fórmula, sino rescatar una obra maestra y hacerla accesible a una nueva generación.
Para los veteranos, es un viaje nostálgico con gráficos y controles actualizados. Para los nuevos jugadores, es la oportunidad perfecta de descubrir por qué Snake Eater es considerado uno de los mejores videojuegos de la historia.
El remake no aporta grandes cambios en contenido, pero su fidelidad y mejoras técnicas hacen que brille como uno de los remakes más cuidados de los últimos años.
⭐ Nota final: 9/10