
La comodidad y accesibilidad del comercio electrónico parecían garantizar el dominio absoluto de las compras online, pero la generación Z tiene otros planes. En Estados Unidos, estos jóvenes representan un poder adquisitivo de 360 mil millones de dólares, lo que los convierte en un grupo clave para cualquier estrategia de mercado. Sin embargo, sus hábitos de consumo no siempre son predecibles.
Mientras las generaciones mayores adoptan cada vez más las compras online, los jóvenes entre 18 y 24 años frecuentan tiendas físicas semanalmente en un 69% de los casos, según expertos.
¿Qué motiva a elegir tiendas físicas?
1. Satisfacción inmediata
Los jóvenes valoran el hecho de llevarse los productos al momento, evitando la espera de los envíos en compras online. Esta necesidad de inmediatez es una característica distintiva de la generación Z.
2. El componente social
Las compras en tiendas físicas no solo satisfacen una necesidad práctica, sino que también funcionan como una actividad social. Ir al centro comercial o recorrer tiendas se ha convertido en una forma de ocio y conexión entre amigos.
La paradoja del comercio tradicional
Aunque la generación Z muestra interés en las tiendas físicas, esto no garantiza un aumento directo en las ventas. Los datos revelan que un 66% de los jóvenes no están dispuestos a esperar en colas, lo que refleja su necesidad de rapidez y comodidad. Esta actitud pone a las tiendas tradicionales ante el reto de adaptarse, ofreciendo experiencias más ágiles y atractivas.
¿Un regreso a lo analógico?
El rechazo ocasional de la generación Z hacia lo digital no se limita al comercio. También se observa en otras áreas:
- El regreso de los móviles básicos, conocidos como "móviles tontos".
- La popularidad renovada de la fotografía analógica, con cámaras Polaroid y carretes ocupando un lugar destacado en las redes sociales.
Estas tendencias reflejan un deseo de simplicidad y conexión más tangible en un mundo saturado por lo digital.
La preferencia de la generación Z por las tiendas físicas muestra que, aunque vivimos en una era digital, la experiencia humana y tangible sigue siendo valiosa. Los negocios deben adaptarse a estas expectativas, priorizando la inmediatez y mejorando la experiencia en tienda para satisfacer a este grupo tan influyente.