El concepto de éxito laboral está en constante evolución, y la Generación Z está a la vanguardia de este cambio. La tendencia emergente conocida como "Quiet Ambition" está redefiniendo lo que significa tener éxito en el trabajo, priorizando la salud mental y el bienestar personal por encima de los ascensos y la escalada corporativa.
¿Qué es la "Quiet Ambition"?
La "Quiet Ambition" o ambición silenciosa se ha convertido en una tendencia clave entre los jóvenes profesionales de la Generación Z. Esta filosofía de vida desafía las normas tradicionales del éxito laboral al enfatizar la importancia de mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal. En lugar de buscar promociones y roles de liderazgo que conllevan mayores responsabilidades y estrés, los jóvenes de esta generación optan por mantener sus puestos actuales y centrarse en su bienestar y desarrollo personal.
Datos que respaldan el cambio
Una encuesta realizada por la plataforma Visier en 2023 revela que el 38% de los empleados de la Generación Z no tiene interés en ascender a roles de coordinación de equipos. Además, el 62% prefiere permanecer en su puesto actual. Este cambio en las prioridades refleja un desinterés por las tradicionales recompensas corporativas en favor de un enfoque más equilibrado hacia el trabajo y la vida personal.
Aversión al estrés y la presión
El informe Workmonitor 2024 de Randstad muestra que el 91% de los encuestados atribuye su desinterés en ascender a los roles de liderazgo a los altos niveles de estrés y presión asociados con estos puestos. El 51% de los empleados afirma que prefiere permanecer en un rol que les motive, mientras que el 60% considera que la vida privada es más importante que la vida laboral. Además, el 57% de los encuestados tiene en cuenta la conciliación de la vida laboral y familiar al considerar un cambio de rol dentro de la empresa.
El desafío para las empresas
Este cambio en las prioridades de los empleados representa un desafío significativo para las empresas. Tradicionalmente, los ascensos se utilizaban como una herramienta para mantener el compromiso y retener el talento. Sin embargo, con la creciente importancia de la "Quiet Ambition", las empresas deben adaptarse a esta nueva realidad para evitar problemas de retención y falta de compromiso. Datos de la OCDE indican que la permanencia media en los empleos en España era de 10,6 años en 2022, y el Informe Employer Brand de Randstad revela que el 13% de los jóvenes ha cambiado de empleo en los últimos seis meses, con un 28% que planea hacerlo antes de fin de año.
Un cambio de valores
Según María Carmen De la Calle Durán, experta en Recursos Humanos, la lealtad hacia las empresas ha disminuido en parte porque los empleados perciben que las empresas son menos leales a sus trabajadores. "Cuando un empleado se compromete e involucra con su empresa, espera que esta haga lo mismo, y de ahí que la retención del talento se esté convirtiendo en un gran desafío para las empresas de hoy", explica De la Calle.
El nuevo enfoque del éxito laboral
Para la Generación Z, el éxito laboral ya no se define únicamente por el ascenso en la escala corporativa. En cambio, estos jóvenes valoran la formación continua y el desarrollo de habilidades más que los ascensos. El informe Unlocking Organizational Success Report 2024 de la consultora Intoo revela que el 84% de los empleados de la Generación Z valoran más el desarrollo de sus habilidades que una promoción. Además, 8 de cada 10 se sienten más motivados y comprometidos con la empresa cuando pueden mejorar sus habilidades, en lugar de ser promovidos.
Motivadores intrínsecos
Como señala la psicóloga María Felisa Latorre Navarro, los miembros de la Generación Z se mueven por motivadores intrínsecos, es decir, por trabajos que disfrutan hacer, en lugar de buscar solo salario o estabilidad. Esta nueva perspectiva sobre el trabajo refleja una comprensión más profunda de lo que significa tener éxito y vivir una vida equilibrada y satisfactoria.Conclusión
La "Quiet Ambition" está transformando el paisaje laboral al desafiar las viejas nociones de éxito y priorizar la salud mental y el bienestar personal. A medida que más jóvenes adoptan esta tendencia, las empresas deberán adaptarse a estos nuevos valores para atraer y retener el talento. El éxito laboral ya no se trata solo de ascensos y poder, sino de encontrar un equilibrio que permita a los empleados prosperar tanto personal como profesionalmente.