El calor nos afecta de múltiples maneras: sudamos más, a veces estamos más irritables, otras más excitados sexualmente, y también, aunque menos conocido, nos crecen más rápido las uñas. Este efecto del calor puede parecer menos evidente que el aumento de la líbido o la molestia de los mosquitos, pero es una realidad que quizás te haya llamado la atención.
¿Qué sucede con las uñas en el calor?
El crecimiento acelerado de las uñas en verano es algo que muchas personas notan, incluso aquellos que viajan frecuentemente a países más cálidos. Aunque es difícil de comprobar de manera científica sin un estudio exhaustivo, la mayoría de nosotros experimenta un verano al año y puede observar cómo el calor influye en el crecimiento de las uñas.
La clave de este fenómeno reside en la forma en que nuestro cuerpo se enfría. Para mantener una temperatura adecuada, nuestro organismo utiliza varios mecanismos de refrigeración, entre ellos la dilatación de los vasos sanguíneos. Este proceso no solo nos ayuda a regular nuestra temperatura corporal, sino que también incrementa el crecimiento de nuestras uñas.
Mecanismos de refrigeración y su impacto en las uñas
Uno de los principales métodos de refrigeración corporal es la sudoración. Cuando la temperatura aumenta, nuestras glándulas sudoríparas liberan sudor, que al evaporarse, extrae calor del cuerpo. Además, los vasos sanguíneos cercanos a la superficie de la piel se dilatan para facilitar este proceso.
Las yemas de los dedos, tanto de las manos como de los pies, están altamente vascularizadas, es decir, tienen muchos vasos sanguíneos cercanos a la superficie de la piel. También hay una gran vascularización en la raíz de la uña, desde donde esta crece. Con el calor, la dilatación de los vasos sanguíneos aumenta el flujo de sangre a la base de la uña, llevando más nutrientes esenciales para su crecimiento. Así, cuanto más calor, más rápido crecen las uñas.
El descanso de verano y su influencia
Durante las vacaciones de verano, tendemos a descansar más y a realizar menos trabajos manuales que puedan causar daño a las uñas y frenar su crecimiento. Esto también contribuye a que las uñas crezcan más rápidamente, ya que están menos expuestas a traumas y daños.
Un ejemplo de la naturaleza: la hibernación
Un fenómeno interesante observado por los científicos es la detención del crecimiento de las uñas en animales que hibernan. Durante el invierno, el frío provoca la contracción de los vasos sanguíneos, lo que reduce el flujo de sangre y nutrientes a la base de la uña, ralentizando su crecimiento. En los animales que hibernan, este proceso se intensifica, deteniendo completamente el crecimiento de las uñas para conservar energía.
En resumen, el crecimiento acelerado de las uñas en verano es una consecuencia natural del mecanismo de refrigeración del cuerpo. La dilatación de los vasos sanguíneos en respuesta al calor aumenta el flujo de sangre y nutrientes a las uñas, promoviendo su crecimiento. Además, el descanso y la menor actividad manual durante las vacaciones contribuyen a este fenómeno.
Aunque pueda resultar incómodo tener que cortar las uñas con más frecuencia, es una señal de que nuestro sistema circulatorio funciona correctamente. La próxima vez que te quejes del rápido crecimiento de tus uñas en verano, recuerda que es una indicación de buena salud y de la eficiencia de tu cuerpo para manejar el calor.
- En NOWEDY | "Ensalada Nutritiva y Fácil de Preparar: Sabor y Salud"
- En NOWEDY | Las 10 Preguntas Más Frecuentes y Desafiantes sobre la Ciencia y Sus Respuestas