
Hace poco, el mundo del desarrollo de software vivió un giro inesperado: Wes Winder, un empresario canadiense, decidió que ya no necesitaba programadores porque, ¿para qué humanos cuando tienes IA? Sí, así como lo lees. En un arrebato de entusiasmo (y quizá un exceso de videos motivacionales de tech), despidió a todo su equipo de desarrollo para reemplazarlos con tres herramientas de inteligencia artificial: o1, Lovable y Cursor.
¿El resultado? Bueno… digamos que no fue el milagro que él esperaba.
"Ahora envío 100 veces más rápido"… o eso creía
En su cuenta de X (antes Twitter), Winder publicó con orgullo su gran hazaña:
"Despedí a todo mi equipo de desarrollo. Los reemplacé con o1, Lovable y Cursor. Ahora envío 100 veces más rápido con un código 10 veces más limpio. OpenAI o3 está llegando y el 90% de los trabajos de desarrollo no sobrevivirán."
Se veía confiado. Seguro. Quizá demasiado confiado. Pero como dice el dicho: “del dicho al hecho hay un trecho… y un post en LinkedIn”.
El plot twist que nadie vio venir
Solo unas semanas después de su publicación en X, el mismísimo Winder apareció en LinkedIn buscando… ¡programadores! Y no cualquiera, claro:
"¿Algún desarrollador web que sea bueno con React / Remix / Supabase buscando algo de trabajo extra adicional? Puede que tenga algo para ti. Responde con tu portafolio."
La ironía no pasó desapercibida. Rápidamente, las redes sociales lo pusieron bajo la lupa, con comentarios en Reddit que iban desde risas hasta críticas constructivas (bueno, más risas que críticas).
Un usuario resumió perfectamente la situación:
"Parece que la IA no escribe código tan mágico como creías, ¿eh, Wes?"
Lo que realmente sucedió
Winder intentó aclarar las cosas en un comentario posterior:
"Creo que falta mucho contexto cuando las cosas se salen de control así en las redes sociales. Definitivamente he aprendido muchas lecciones diferentes."
Ah, el viejo truco del “contexto”. Pero no importa cómo se vea, su experiencia deja una lección importante: las IA no son mágicas y no reemplazan el conocimiento humano (al menos, todavía).
La moraleja del desastre
Incluso los gigantes tecnológicos como Amazon y NVIDIA lo tienen claro: la IA es una herramienta para mejorar la productividad, no para reemplazar completamente a los equipos. Mark Garman, CEO de AWS, lo explicó así:
"Nuestro trabajo es crear tecnología para que cualquiera pueda ser programador. Pero eso no significa que los desarrolladores desaparecerán. Más bien, guiarán y revisarán el trabajo de la IA."
Winder, por su parte, aprendió esta lección de la manera más difícil (y pública). Su historia es un recordatorio de que, aunque la tecnología avanza rápido, siempre habrá espacio para el juicio crítico y la experiencia humana.
La IA no es tu equipo estrella
La inteligencia artificial puede ayudarte a ser más productivo, escribir código más rápido y evitar horas interminables de tareas repetitivas. Pero, si decides despedir a todo tu equipo para confiar ciegamente en tres herramientas de IA, recuerda: las aplicaciones no se programan solas, y los memes no se van a detener.
Por ahora, Wes Winder se queda con su lección aprendida, su post en LinkedIn, y un lugar especial en la lista de "cosas que no deberías hacer si diriges una empresa".
¿Qué opinas? ¿Se está adelantando el mundo al confiar tanto en la IA o simplemente es otro caso de “querer correr antes de aprender a caminar”?