El enigma del efecto rebote: más que hábitos alimenticios
Recuperar peso después de adelgazar es una experiencia común para muchas personas que intentan perder kilos con dietas restrictivas. Este fenómeno, conocido como efecto rebote o efecto yoyó, ha sido tradicionalmente atribuido a la vuelta a malos hábitos alimenticios o a la falta de ejercicio. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en Nature apunta a un culpable inesperado: la memoria de las células del tejido adiposo.
¿Qué descubrieron los científicos?
Investigadores de la Escuela Politécnica de Zúrich, liderados por Ferdinand von Meyenn, estudiaron el comportamiento del tejido adiposo en personas y ratones. Su hallazgo más importante fue que las células del tejido graso retienen una especie de "memoria" de la obesidad a través de cambios epigenéticos y transcripcionales.
- ¿Qué significa esto?
Los cambios epigenéticos afectan cómo el ADN se copia y se expresa en ARN, alterando procesos metabólicos en el cuerpo incluso después de una significativa pérdida de peso. - El experimento:
Se analizaron muestras de tejido adiposo de 38 personas (18 con normopeso y 20 con obesidad) antes y después de una cirugía bariátrica, obteniendo resultados consistentes con estudios en ratones.
¿Cómo afecta esta "memoria" a tu cuerpo?
Aunque pierdas peso, los cambios metabólicos asociados a la obesidad pueden persistir, aumentando las probabilidades de recuperar los kilos perdidos. Esto se debe a que:
- Las células adiposas "recuerdan" su estado anterior.
- Este recuerdo facilita la acumulación de grasa.
- Es más difícil mantener la pérdida de peso, incluso siguiendo buenos hábitos.
Implicaciones para el tratamiento de la obesidad
Para José Ordovás, director de Nutrición y Genómica de la Universidad Tufts, este descubrimiento podría transformar cómo abordamos la obesidad:
- Reducir el estigma: Entender el efecto rebote como un problema biológico, no solo conductual, podría aliviar la culpa en los pacientes.
- Nuevas terapias: Abordar directamente los cambios epigenéticos del tejido adiposo podría ser la clave para tratamientos más efectivos y duraderos.
- Integración con prácticas clínicas: Estos hallazgos abren la puerta a tratamientos personalizados que combinen genética, nutrición y medicina.
¿Adiós al pesocentrismo?
Además de este enfoque innovador, expertos recomiendan un cambio de paradigma hacia hábitos saludables que no giren únicamente en torno al peso, promoviendo:
- Dietas equilibradas.
- Actividad física constante.
- Un enfoque en el bienestar general en lugar de solo "bajar de peso".
El futuro del control de peso podría estar en la genética y la epigenética, marcando un antes y un después en la lucha contra la obesidad.