El lanzamiento de Call of Duty Modern Warfare 3 ha generado controversia debido a su modo campaña que no ha satisfecho a la mayoría de los jugadores. Detrás de este lanzamiento, un nuevo informe de Bloomberg arroja luz sobre las difíciles condiciones de desarrollo, incluyendo explotación laboral y el famoso "crunch", que han afectado al equipo de desarrollo de Sledgehammer Games.
Una Producción Apresurada:
Una de las revelaciones más preocupantes es que el desarrollo de Call of Duty Modern Warfare 3 se abordó como una expansión, a pesar de ser promocionado como un juego premium. Esta prisa por lanzar el juego llevó a un período de desarrollo de solo 18 meses, mucho más corto de lo que es típico para los juegos de la franquicia, que suelen requerir hasta 3 años para completarse. La presión de tiempo resultante llevó a un ambiente de trabajo acelerado.
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Explotación Laboral y Crunch:
El equipo de Sledgehammer Games tuvo que trabajar noches y fines de semana para cumplir con el plazo de desarrollo extremadamente ajustado. Esto generó agotamiento y malestar entre los miembros del equipo, ya que habían sido prometidos de que no enfrentarían otro ciclo de desarrollo acortado después de su trabajo en Call of Duty: Vanguard. La presión y el agotamiento, que son características del "crunch" en la industria de los videojuegos, parecen haber sido parte de la rutina de desarrollo.
Cambios y Reajustes:
La producción de Call of Duty Modern Warfare 3 atravesó una serie de cambios y ajustes, lo que complicó aún más el desarrollo. Inicialmente, el juego se concibió como un spin-off de Modern Warfare ambientado en México, bajo el nombre en clave "Júpiter". Sin embargo, los ejecutivos de Activision decidieron redirigir el juego hacia la trama centrada en Vladimir Makarov. Estos cambios impactaron negativamente el cronograma, lo que resultó en la creación de la campaña en tan solo 16 meses.
Frustración y Desafíos en el Desarrollo:
El equipo de Sledgehammer tenía en mente el proyecto "Anvil", relacionado con Call of Duty: Advanced Warfare. Sin embargo, este proyecto fue archivado para dar prioridad al nuevo Modern Warfare, lo que llevó a la frustración en el equipo, ya que tenían que adaptarse a las órdenes de ejecutivos de Infinity Ward.
El desarrollo de Call of Duty Modern Warfare 3 estuvo marcado por una prisa indebida, explotación laboral y un intenso "crunch". El resultado de este proceso fue un juego que ha dejado insatisfechos a muchos jugadores. Este informe de Bloomberg pone de relieve las duras condiciones que a menudo enfrentan los desarrolladores de videojuegos y la importancia de garantizar un ambiente de trabajo saludable y plazos realistas en la industria del gaming. Es una llamada de atención para la comunidad de jugadores y los líderes de la industria en términos de ética y condiciones laborales.